lunes, 21 de mayo de 2018

Los detectives salvajes. Roberto Bolaño

Este libro lo leí porque un queridísimo amigo -José Antonio- me hizo el honor de regalármelo una tarde en la que tres sujetos parcialmente desconocidos se aventuraron entre los pasillos del Fondo de Cultura Económica de la Roma para regalarle cada uno a los otros dos, uno de sus libros favoritos. Es por ello que no puedo alejar de esta nota el tinte romántico de toda la escena y eso, ya le da puntos a Bolaño mucho antes de dar vuelta siquiera a la portada. 


Los detectives salvajes se publicó en 1998, pero se compone de muchos fragmentos vivenciales del autor desde 1970. Se trata de una novela muy muy larga de 784 páginas (Alfaguara), que se hace aún más larga pues el argumento es bastante vago y pasa de una historia a otra sin ton ni son. Tiene muchos personajes -más de 50- descritos a medias que se desdibujan y atomizan en la historia y el entramado que quizá pretendía ser complicado se simplifica con la irrelevancia. Podría parecer un intento de novela negra o  por el título quizá algo más policiaco, pero no. Se trata -si acaso se trata de algo- de un homenaje a la movimiento poético del infrarrealismo. Si uno no es muy letrado en el tema de la poesía tampoco es que este dato le represente a uno mucha luz. 


Qué es lo rescatable, (1) la historia de Quim, la descripción de su periodo en el psiquiátrico y (2) todos las descripciones geográficas de lugares que, de haber estado ahí, te transportan nostálgicamente.

Les dejo unas quotes de este enorme librazo:
"... pero uno es así impulsivo, y al final lo que tenga que suceder siempre sucede, somos juguetes del destino ¿verdad?"

"Un día le pregunté que dónde había estado. Me dijo que recorrió un río que une México con Centroamérica. Que yo sepa, ese río no existe. Me dijo, sin embargo, que había recorrido ese río y que ahora podía decir que conocía todos sus meandros y afluentes. Un río de árboles o un río de arena o un río de árboles que a trechos se convertía en un río de arena. Un flujo constante de gente sin trabajo, de pobres y muertos de hambre, de droga y dolor."

Abran otro libro! ;)







jueves, 19 de enero de 2017

Memorias de Adriano. Marguerite Yourcenar

Altamente Recomendable:
★ ★ 
Es, por mucho, uno de los mejores libros que he leído en mi vida.


Esta hermosa recomendación fue doble, la primera vez hace años por mi escritor y ser humano favorito Edgar Trevizo y, la segunda, por parte de un amigo que he tenido toda la vida y que acabo de conocer, Enrique de la Torre el español más mexicano que conozco.


Sobre la autora:
Marguerite Yourcenar nació en Bélgica pero era francesa y luego se nacionalizó Estadounidense. Ella vivió entre 1903 y 1987 por lo que la guerra marcó gran parte de su vida. Memorias de Adriano se escribió entre 1924 y 1929 con retoques posteriores y se publicaría hasta 1951 obteniendo con ella el reconocimiento internacional. Yourcenar es la primera mujer en ser parte de la Academia Real Francesa en 1980.

Memorias de Adriano se trata de Adriano el emperador romano del sigo II. Estas memorias que dan una sensación de epistolario (pues le escribe al futuro emperador de Roma), hablan de toda su vida: su etapa formativa, su tiempo en el ejercito, su ascenso al poder, su pensamiento político, sus amores y, por su puesto, también su muerte.

Esta belleza está llena de reflexiones sobre la vida, la paz, el amor, los sueños, etc., y por más que nos enamoremos de Adriano, no podemos olvidar que esta obra maestra pertenece -aventuraría a decir que enteramente- a su escritora: Margarite Yourcenar. Si es que Adriano era como ella lo pinta o no, carece de toda trascendencia, puesto que lo era en su imaginación y eso basta. Esta hermosa estela de palabras perfectamente acomodadas ha valido ya todos los siglos de la existencia del hombre.

Ya sé, ese párrafo anterior se lee demasiado romántico pero no me juzguen sin antes haber leído esta joya de la literatura. Marguerite Yourcenar escribió estas memorias con base en una serie de documentos y grabados antiquísimos de la época de Adriano y también de aquellas otras que hacían referencia a este gran emperador, así que no se descarta del todo que Adriano haya sido algo así como la autora lo pinta.

Elegí esta cita del libro porque me parece ad hoc a la época en nos encontramos. Espero que les guste y se animen a leer este libro:

"Me repetía que era en vano esperar para Atenas y para Roma esa eternidad que no ha sido acordada a los hombres ni a alas cosas, y que los más sabios entre nosotros niegan incluso a los dioses. Esas formas sapientes y complicadas de la vida, esas civilizaciones satisfechas de sus refinamientos en el arte y la felicidad, esa libertad espiritual que se informa y que juzga, dependen de probabilidades tan innumerables como raras, de condiciones casi imposibles de reunir y cuya duración no cabe esperar. Destruiríamos a Simeón; Arriano sabría proteger Armenia de las invasiones alanas. Pero otras hordas vendrían después, y otros falsos profetas. Nuestros débiles esfuerzos por mejorarla condición humana serían proseguidos sin mayor entusiasmo por nuestros sucesores; la semilla del error y la ruina, contenida hasta en el bien, crecería en cambio monstruosamente a lo largo de los siglos. Cansado de nosotros el mundo se buscaría otros amos; lo que nos había parecido sensato resultaría insípido, y abominable lo que considerábamos hermoso. Como el iniciado en el culto de Mitra, la raza humana necesita quizás el baño de sangre y el pasaje periódico por la fosa fúnebre. Veía volver los códigos salvajes, los dioses implacables, el despotismo incontestado de los príncipes bárbaros, el mundo fragmentado en naciones enemigas, eternamente inseguras. Otros centinelas amenazados por las flechas irían y vendrían por los caminos de ronda de las ciudades futuras; continuaría el juego estúpido y obsceno y cruel, y la especie, envejecida, le incorporaría sin duda nuevos refinamientos al horror. Nuestra época, cuyas insuficiencias y taras conocía quizá mejor que nadie, llegaría a ser considerada por contraste como una de las edades de oro de la humanidad. 

Natura deficit, fortuna mutatur, deus omnia cernit. La naturaleza nos traiciona, la fortuna cambia, un dios mira las cosas desde lo alto. Atormentaba con los dedos el engarce de un anillo en el cual, cierto día de amargura, había hecho grabar aquellas tristes palabras. Iba aun más allá en el desencanto y quizá en la blasfemia, y terminaba por encontrar natural, si no justo, que tuviéramos que perecer. Nuestra literatura se agota, nuestras artes se adormecen; Páncrates no es Homero, Arriano no es Jenofonte, cuando quise inmortalizar en piedra la forma de Antínoo, no pude encontrar a Praxiteles. Nuestras ciencias están detenidas desde los días de Aristóteles y Arquímedes; los progresos técnicos no resistirían el desgaste de una guerra prolongada; hasta los más voluptuosos de entre nosotros sienten el hartazgo de la felicidad. Las costumbres menos rudas, el adelanto de las ideas durante el último siglo, son obra de una íntima minoría de gentes sensatas, la masa sigue siendo ignara, feroz cada vez que puede, en todo caso egoísta y limitada; bien se puede apostar a que lo seguirá siendo siempre. Demasiados procuradores y publicanos ávidos, senadores desconfiados y centuriones brutales han comprometido por adelantado nuestra obra; los imperios no tienen más tiempo que los hombres para instruirse a la luz de sus faltas. Allí donde un sastre remendaría su tela, donde un calculista hábil corregiría sus errores, donde el artista retocaría su obra maestra todavía imperfecta, la naturaleza prefiere volver a empezar desde la arcilla, desde el caos, y ese derroche es lo que llamamos el orden de las cosas."

-Memorias de Adriano. Marguerite Yourcenar.



jueves, 5 de mayo de 2016

El amor dura tres años. Frédéric Beigbeder

Bueno:
"Lo más fantástico de la vida es que continúa"

- F. Beigbeder.

Este libro llegó a mis manos como una recomendación del talentosísimo autor mexicano David Martínez, quien intermitente pero intensamente ha sido parte de mi vida durante más de diez años y a quien alojo permanentemente en mi corazón. Gracias.

Del autor:
Fréderic Biegbeder, es un autor francés que acaba de cruzar la linea de los 50's. Comenzó su vida profesional en una agencia de mercadotecnia en París y diez años después, la dejó para unirse a la fila de los escritores.

El amor dura tres años lo escribió en el 94' y es considerada una novela autobiográfica. Se trata de un chico upper-class parisino que está casado, tiene problemas con las drogas y el alcohol, pero tiene uno más grave y es que está enamorado de otra chica. Durante el transcurso del libro, que no es muy largo (160 páginas la versión de Anagrama que yo tengo) lo acompañamos en la catarsis de la separación y el enamoramiento, donde la premisa principal es que: el amor dura tres años.

Mi opinión:
Es interesante el planteamiento del autor que acompaña con algunos datos estadísticos en los que intenta basar su postura de que el amor efectivamente dura tres años. Finalmente lo ha confirmado con su vida, va por su tercer pareja. :)

En uno o dos pasajes recordé a Tomás de "La insoportable".

Lo que no me gustó son las referencias a las adicciones que son frecuentes, deprimentes y -al final- innecesarias porque aportan muy poco o nada a la historia. Pero claro, es mi opinión de simple mortal.

A diferencia de otras veces, en este libro sí que hice varios subrayados. Les comparto algunos para que decidan darle una oportunidad al señor Marc Marronier, protagonista de esta historia:

"A menudo nos dicen que, al cabo de cierto tiempo, la pasión se convierte en <otra cosa>, más sólida y más hermosa. Pero esa otra cosa es el Amor con A mayúscula, un sentimiento menos excitante, es cierto, pero también menos inmaduro. Me gustaría ser absolutamente claro: esa <otra cosa> me toca los cojones, y si es el Amor eso, entonces dejo el amor en manos de los gandules, de los descorazonados, de la gente <madura> que vive varada en su comodidad sentimental. Mi amor, el mío, lleva una <a> minúscula pero tiene amplitud de miras; no dura demasiado pero, por lo menos, cuando está allí lo notas."

"Todas mis preocupaciones nacen de mi incapacidad pueril de renunciar a la novedad, de una necesidad enfermiza de ceder a la atracción de mil posibilidades increíbles que ofrece el porvenir. Es increíble como me excita mucho más lo que no conozco que lo que ya conozco. ¿Acaso soy anormal? ¿Acaso no prefieres un libro que no has leído, ver una obra de teatro que no te sabes de memoria, elegir a cualquier presidente antes que el que ya gobernaba antes?" 

"Las fiestas más hermosas son aquellas que se celebran en nuestro interior" 
-F. Beigbeder.

Si estas de acuerdo o no con estas citas, si te sacaron una sonrisa o plantaron la curiosidad, abre este libro.